En un post anterior ya les hablaba sobre los básicos para comprender Ethereum. Vimos tres características que la distinguen de otras: los contratos inteligentes, la descentralización y el código abierto.
Detengámonos un minuto en esta última característica: el código abierto. Como ya les mencionaba, la verdadera innovación de Ethereum es que la disponibilidad del código abierto permite acelerar la velocidad en la que se desarrollan nuevas aplicaciones; esta condición se llama composability y que aquí explico más a detalle. Por eso, se considera que el valor que tendrán plataformas cómo Ethereum será muchísimo mayor al que tienen empresas tecnológicas tradicionales.
Ahora bien, por esta misma razón tecnología tiene una desventaja: el blockspace y el throughput de la red. Esta condición se conoce como el scalability trillemma o trilema de escalabilidad ya que hay trade offs entre la seguirdad, la descentralización y la escalabilidad de una red.
Hoy Casi el 80% de las dApps y los NFTs corren sobre Ethereum. Cómo alternativa han surgido blockchains como Avalanche o Solana, que tratan de ofrecer nuevas opciones para los desarrolladores de dApps en donde sacrifican descentralización o seguridad a favor de escalabilidad y por ende tienen menores costos. Estos de han conocido como Ethereum killers, aunque en realidad parece haber espacio para varios blockchains que sean compatibles entre sí dependiendo de las necesidades de las aplicaciones que se construyan sobre ellas. Hay algunas aplicaciones en dónde la descentralización es muy necesaria, aplicaciones financieras o de identidad, por ejemplo. Por otro lado, hay otras en dónde es una condición deseable mas no necesaria, como por ejemplo el gaming. Por esta razón tenderán estos nuevos blockchains a especializarse en algunos casos de uso, lo cuál da pie al siguiente modelo mental.
Modelo mental: Blockchains como cuidades . Hasheeb Qureshi, partner de Dragonfly Ventures, creó esta metáfora para hacer mejor sentido de los blockchains.
En su modelo mental, un blockchain es una ciudad porque el crecimiento de ambas está físicamente restringido y tiene características muy determinadas dependiendo de la propuesta de valor y de los “residentes” que atrae dada la misma. Tomemos el caso de Ethereum: su blockchain es “caro”, está congestionado, funciona lento, pero es el lugar en donde todos quieren estar. Solo a quienes tienen suficiente riqueza les alcanza para hacer transacciones aquí. Y, por lo mismo, puede decirse que es muy similar a Nueva York.
Ahora ¿cómo se desarrolló Nueva York, con un espacio tan “acotado”? ¿Cómo logras que la infraestructura de una ciudad como Nueva York o un blockchain como Ethereum crezca al mismo ritmo que las necesidades de su población? Creciendo hacia arriba; es decir, creando rascacielos, que en el mundo Ethereum sería el equivalente de un rollup. Los rollups son una de las soluciones de escalabilidad para Ethereum que le van a permitir crecer “verticalmente” en un espacio restringido, para así aumentar la capacidad de la red. Muy similar a lo que sucedió en Nueva York para ser una de las urbes del mundo.
Cada rollup es como un blockchain vertical que parte del primer nivel (L1 o root chain) de la blockchain. Hay mucho lugar para crecer hacia arriba, pero –al igual que en Nueva York, donde puedes vivir en la cima de rascacielos pero debes bajar a la calle para entrar a otro rascacielos– para moverse entre rollups primero hay que bajar al primer nivel, moverse en la cuidad e irse “subiendo” al resto de los rascacielos, lo mismo ocurre con esta tecnología.
Sin embargo, el crecimiento hacia arriba tampoco es ilimitado. Por esta razón, y siguiendo con la analogía de las ciudades, el crecimiento rápido orilla a que ocurran dos cosas: ciudades aledañas y ciudades completamente nuevas.
En Ethereum, las ciudades aledañas serían Polkadot y Cosmos, que ofrecen herramientas para que desarrolladores lancen blockchains para apps específicas y que se interconectan entre sí. Pero en estas pequeñas ciudades/blockchains específicas no vive la gente ni es el epicentro financiero, simplemente hay fábricas y otros insumos que consumen en la cuidad principal.
Esto da pie a la siguiente alternativa: la creación de otras ciudades completamente nuevas. Según Qureshi, Solana sería el equivalente de Los Ángeles (tiene mejor clima, los fees son más bajos, las reglas mas laxas y la cultura más relajada, no es el centro financiero pero ha sido el centro del show business y de Hollywood) y Avalanche sería Chicago (busca ser el próximo Wall Street, pero es más nuevo, más barato y más agresivo, ha dado pie a grandes industrias y tiene sus propias ventajas competitivas).
El segundo modelo mental para comprender mejor los blockchains y sus retos es viéndolas como si fueran países. En este caso, los rollups son los equivalentes de las ciudades mientras que el L1 toma el rol de la entidad gubernamental que permite el funcionamiento de dichas ciudades.
Por ejemplo, puedes pasar de NYC (rollup 1) a Los Ángeles (rollup 2) sin documentación, porque ambas operan a partir de un protocolo central. La ciudadanía que tienes en NY o L.A. es la misma, por lo que no necesitas algo para moverte o migrar entre ellas; lo mismo ocurre entre blockchains específicos pero que operan a partir de la misma base.
Sin embargo, para poder operar entre blockchains que tienen leyes completamente distintas y, por ello, asíncronas, necesitas permisos. Hay fricción entre las fronteras, del mismo modo que ocurre cuando un ciudadano de un país busca irse a otro. Se puede ir de Ethereum a Avalanche de manera relativamente sencilla, por su compatibilidad, que podría ser la analogía de tener un tratado en donde no se requiere visa o inclusive un tratado de libre comercio, pero si se fuera de Ethereum a otro blockchain completamente distinto –de EE.UU. a Irán, por ejemplo–, la fricción sería mayor.
En cuestión de seguridad, la comparación también aplica. Los principales costos del L1 de un blockchain, o lo que sería el gobierno central de un país, se destinan a garantizar su seguridad. El presupuesto de seguridad para un ecosistema de múltiples blockchains independientes está en duda, porque los rollups/ciudades no lo necesitan ya que se benefician de un sistema de seguridad desarrollado por la L1. ¿Qué convendrá más: independencia total y vulnerabilidad en la seguridad, o cesión de independencia a cambio de una seguridad compartida y más sólida? Estos son los trade offs que experimentamos actualmente en los países. Siempre hay un intercambio entre grados de libertad, estado de derecho y seguridad. Hay casos extremos y puntos medios, esa es la belleza de los países y los que tienen la fortuna, pueden decidir dónde vivir en función de estos trade offs. Lo mismo sucede en los blockchians, los desarrolladores pueden elegir dónde construir en función de estos. Interesante, ¿no creen?
La primera vez que escuché estos conceptos descritos de esta manera fue en 2017 por Allan Cassis CEO y fundador de Lvna Capital, cuya tesis de inversión se ha centrado mucho en invertir en estos protocolos generando retornos muy por arriba del mercado en estos últimos años.
Espero que estos modelos mentales te dejen un poco más claro algunos de los retos principales que enfrenta el crecimiento del ecosistema de blockchains y como se podría seguir construyendo el futuro de este nuevo paradigma que que permita la transición hacia una Web3 verdaderamente descentralizada.
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