Meditación y mindfulness: 4 técnicas para mejorar la concentración

Javier Morodo

La procrastinación y la mente divagante son parte del día a día de muchas personas. A veces soñamos despiertos y, a veces, simplemente nuestra mente está pensando en todo menos en lo que estamos haciendo en ese momento. 

Aunque los pensamientos divagantes, hasta cierto punto, son normales, pueden interferir con nuestras actividades y productividad. Por suerte, algunos estudios recientes demuestran que practicar la meditación y el mindfulness puede ayudarnos a concentrarnos mejor. 

¿Qué es la meditación?

La meditación es una práctica milenaria que en sus inicios era utilizada para conectarse con lo sagrado, lo místico y lo espiritual. Hoy en día también se usa para relajación y el manejo del estrés. 

Según la Clínica Mayo, la meditación es “un tipo de medicina complementaria para mente y cuerpo.”  Cuando meditas “concentras tu atención y eliminas el flujo de pensamientos confusos que pueden estar llenando tu mente y provocándote estrés.” Lo que como consecuencia aumenta tu bienestar físico y emocional.  

Beneficios de la medicación para la concentración 

De acuerdo con Laurie Santos, una profesora de psicología en Yale, la mente humana tiene una tendencia natural a divagar. Aunque esta capacidad puede fomentar la imaginación, también puede provocar que nos sintamos infelices. Esto dificulta nuestra capacidad para estar plenamente presentes y disfrutar del momento.

La solución a este problema, está en mejorar nuestra concentración. Según investigaciones, el simple hecho de meditar al menos 10 minutos al día, puede reducir la actividad cerebral en las regiones del cerebro que estimulan  los pensamientos divagantes. Además, la práctica de mindfulness elimina los hábitos vacíos. 

Nuestro cerebro ama los hábitos pues son útiles y nos dan una sensación de estabilidad. También son muy buenos para ser más productivos y alcanzar nuestras metas. Sin embargo, los hábitos pueden cortar nuestra creatividad

Uno de los objetivos de la meditación Zen es mantener una “mente de principiante“. O sea que no sientas tus actividades como rutina (por más que lo sean), sino que las percibas como algo nuevo. 

Meditar y tener conciencia plena de lo que estamos haciendo, genera nuevas conexiones en el cerebro, aumenta la concentración y mejora la memoria con el tiempo. Por si fuera poco, de acuerdo con algunos estudios, también mejora la función inmunológica. 

Mindfulness

Primero que nada hablemos de la práctica de mindfulness, ya que algunas técnicas de meditación se centran en sus principios. 

Esta técnica tiene como objetivo alcanzar un estado profundo de conciencia. En pocas palabras, cuando practicamos el mindfulness queremos que nuestra mente esté totalmente presente en lo que estamos haciendo. Dado que el mindfulness se relaciona estrechamente con cómo dirigimos nuestra atención, también se conoce como atención plena.

Idealmente deberías practicarlo por media hora diariamente. Si eres principiante, 10 minutos al día es más que suficiente. No quieras hacer una meditación larga de golpe. Esta actividad requiere de práctica y querer abarcar mucho desde el principio podría hacer que te frustres.

¿En qué consiste?

Durante la meditación de atención plena, expandes tu conciencia perceptiva y diriges tu atención hacia las sensaciones que experimentas en el momento, como el ritmo de tu respiración. También, tienes la capacidad de observar tus pensamientos y emociones, siempre dejándolos fluir sin crear juicios sobre ellos. 

¿Te has preguntado si existe alguna tarea que puedas realizar perfectamente sin prestarle toda tu atención? Muchas actividades, como conducir, practicar deportes o música, leer y mantener la concentración en el trabajo o en la escuela, necesitan niveles elevados de atención. Además, es más probable que experimentes satisfacción al enfocarte y completar una tarea elegida en lugar de intentar manejar varias al mismo tiempo. 

Conforme practicas y te haces mejor en mantener tu mente presente y plenamente concentrada en una cosa (por ejemplo, las sensaciones físicas o el proceso de respiración), también aprendes a dejar de lado cualquier otro pensamiento o distracción.

Tendrás una gran sensación de libertad al darte cuenta de que no es necesario prestar atención a cada pequeño detalle que surge en tu mente. Cuando seas capaz de estar consciente a voluntad, tu capacidad de concentración aumentará de manera natural.

4 Técnicas de meditación para concentrarte mejor y aplicar el mindfulness

Existen diferentes maneras de meditar. Algunas requieren de movimiento y otras te piden estar totalmente quieto, el chiste es que pruebes hasta encontrar lo que funciona mejor para ti.  

Eso sí, todo requiere de práctica. No esperes dominar ninguna de estas técnicas rápidamente, se paciente y disfruta del proceso.

1. Paseos con atención plena

Dedica algunos minutos de tu día para ir a tomar un paseo en el que camines lenta y conscientemente. El objetivo es poner atención a cada movimiento de tu cuerpo, las sensaciones de tus pies y piernas y el contacto que se genera con la tierra.

Mientras caminas, puedes aprovechar las sensaciones físicas y estar consciente de los sonidos y otros estímulos sensoriales para mejorar tu concentración. Prácticamente es aplicar la técnica de mindfulness a tus caminatas. 

2. Sé consciente de tu respiración  

Este método lleva la práctica de la atención plena un paso más allá al pedirte realizar una tarea dinámica: contar cada vez que inhalas y exhalas. Mantener plena conciencia durante este proceso es un muy buen ejercicio de concentración. Muchas personas se dan cuenta de que su mente se distrae antes de poder contar hasta tres.

3. Yoga

Durante una práctica de yoga, haces una secuencia de posturas y ejercicios de respiración controlada que fomentan la flexibilidad corporal y la tranquilidad mental

Al practicar posturas que demandan equilibrio y concentración, le pides a tu mente que se centre en el presente y deje a un lado cualquier otro pensamiento o preocupación. 

4. Meditación guiada

Si meditar por tu cuenta te cuesta mucho trabajo y no te es posible asistir a clases o centros de meditación, puedes practicar la meditación guiada. Solo hace falta que busques algún audio o video y que te concentres en seguir lo que la meditación te pide. 

Integra la meditación y el mindfulness en la vida cotidiana 

Antes de comenzar a meditar debes de tener claro que está actividad no debe causarte estrés. Por lo tanto, no te preocupes por hacerlo perfectamente. Concéntrate en mejorar poco a poco. 

Busca la manera de practicar la meditación que mejor funcione para ti. Si quieres, puedes ir a un centro o clase meditación o, si lo prefieres, puedes meditar por tu cuenta. Lo importante es que estés cómodo y consciente. Otra forma de empezar con esta práctica son las aplicaciones móviles como Headspace o Calm. 

Si decides meditar por tu cuenta puedes incorporar momentos de atención plena a lo largo de tu día como más te convenga. Una opción puede ser dedicar unos minutos en la mañana al levantarte y otros antes de acostarte. 

Otra de las grandes ventajas de la meditación y el mindfulness es que son actividades que puedes realizar en cualquier lugar. Solo te necesitas a ti. Puedes realizarlo al lavarte los dientes, en el transporte público o incluso, doblando la ropa. Lo importante es que medites y seas consciente del momento, que te concentres en cada uno de tus movimientos y sensaciones. 


Fuentes:

https://www.bbc.com/mundo/noticias-58578618

https://www.nytimes.com/es/2016/02/28/espanol/esta-comprobado-la-meditacion-si-cambia-el-cuerpo-y-la-mente.html

https://crearsalud.org/meditacion-estar-mas-concentrado/

https://www.mayoclinic.org/es-es/tests-procedures/meditation/in-depth/meditation/art-20045858

https://www.revistagq.com/cuidados/articulos/mindfulness-app-head-andy-puddicombe/30939

https://mindworks.org/blog/how-meditate-better-concentration/

https://psicologiaymente.com/meditacion/que-es-mindfulness

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