Los 8 tipos de criptoactivos

Javier Morodo

Lo primero que nos viene a la mente al hablar sobre crypto suele ser Bitcoin o Ethereum. Sin embargo, la industria y la tecnología han proliferado para generar muchos tipos de activos que van más allá de estos dos. Esta semana les cuento sobre una segmentación que se ha generado en la industria para catalogar los distintos tipos de criptoactivos.

Comencemos por el principio: ¿Qué son los criptoactivos?

Los criptoactivos son activos digitales que utilizan la criptografía cómo mecanismo de transacción, inmutabilidad, verificabilidad y seguridad. Esto lo realizan principalmente a través de los famosos blockchains, algunos que se han enfocado más en los aspectos de dinero y las transacciones cómo es el caso de Bitcoin y otros que se han enfocado en generar una red de computo global a través de contratos inteligentes cómo es el caso de Ethereum.

Ahora, ¿cuál es la diferencia entre un criptoactivo y una criptomoneda?

La respuesta es muy simple, los criptoactivos es un concepto más amplio que incluye dentro de sus tipos de activos a las criptomonedas. El concepto de criptoactivos es un meta concepto para definir varios segmentos o tipos de activos que utilizan la criptografía.

Ahora, un activo es cualquier cosa que tenga una función como resguardo de valor y pueda ser intercambiado por otros activos o dinero mismo.

Derivado de este meta concepto, se han ido generando nuevas “industrias” en los últimos años de la mano de la explosión cambriana de innovación en la industria crypto. Al grado que ya “existen” 8 tipo de criptoactivos distintos, y que seguramente seguirán generándose nuevos tipos con el tiempo.

Veamos los ocho tipos de criptoactivos que existen:

  1. Divisas de pago o criptomonedas: se usan para realizar pagos mediante la tecnología blockchain, que permite encriptar, regular y verificar la transferencia de pagos entre pares. Su valor varía dependiendo de la fe colectiva que tenga cada proyecto o protocolo. También pueden usarse para adquirir bienes y servicios con varios comercios. Bitcoin y Litecoin entran en esta categoría, y cada una tiene una característica particular: Litecoin, por ejemplo, permite pagos instantáneos a 56 transacciones por segundo, lo cual la vuelve más rápida que Bitcoin pero más lenta que entidades tradicionales como Visa.
  2. Monedas de privacidad o privacy coins: tienen capas adicionales de encriptación para mantener secreta la información sobre transacciones. A diferencia de Bitcoin, sus dueños se mantienen completamente anónimos y la información es privada. Zcash, Dash y Monero son representantes: Dash es un fork del código original de Bitcoin, protege la conexión entre emisor y receptor, y tiene un market cap de $900 millones de dólares. Sin embargo, el más popular es Monero, ya que esconde las identidades del emisor y receptor, y su market cap es de $2,300 millones de dólares.
  3. Monedas estables o stablecoins: para reducir su volatilidad, están vinculadas a otro tipo de activo, que con frecuencia resulta ser el dólar estadounidense como es el caso de DAI, USDC o USDT. Por esta razón resultan muy útiles para los inversionistas ya que pueden resguardar su valor asociado al dólar sin estar expuestos a la volatilidad del activo. Igualmente resultan muy interesantes para casos de uso de pagos o remesas.
  4. Acciones tokenizadas o security tokens: representan una propiedad o acciones en un proyecto de blockchain y con frecuencia se les atribuye cierta expectativa sobre las ganancias que tendrán en el futuro. Se usan frecuentemente en el proceso de crowdfunding de una nuevo criptoactivo o proyecto de blockchian. Uno de los más interesantes es SPiCE VC, que se especializa en venture capital, pues ayuda darle más liquidez a los proyectos de etapa temprana para atraer más dinero de los VCs. Este tipo de criptoactivos han sido muy cuestionados por su similitud a las acciones tradicionales que cotizan en los mercados regulados y se prevé mucho más regulación para poderlo lanzar y comercializar.
  5. Plataformas o economías de blockchain: son plataformas que llevan al blockchain mucho más allá de los pagos, pues permiten crear contratos inteligentes, tokens y apps descentralizadas. Ethereum, Solana y Avalanche son buenos ejemplos, y como tales, muestran el ecosistema propio que estas economías van creando. Ethereum usa un protocolo de consenso tipo proof of work (PoW), aunque va migrando poco a poco hacia un proof of stake (PoS). Por su lado, Solana y Avalanche tienen la particularidad de ser una blockchain cuyos protocolos buscan resolver los problemas que tiene Ethereum: escalabilidad, sostenibilidad e interoperabilidad.
  6. Tokens no fungibles o non fungible tokens: los famosos NFTs, activos basados en la blockchain cuyo valor se determina dependiendo de su escasez y particularidad. No pueden dividirse, son raros, no son sujetos a la inflación ni a la falsificación. Ya platicábamos sobre los NFTs desde el año pasado, pero uno de sus exponentes más famosos es Decentraland, una plataforma de metaverso que tiene su propio token (MANA) y que permite adquirir bienes raíces virtuales. También están los famosos BAYC, quienes han tenido mucha relevancia, sacaron su propio metaverso y hasta su criptomoneda APE.
  7. Tokens de utilidad o utility tokens: están diseñados con un propósito particular dentro de una economía de blockchain. Por ejemplo, pueden ser usados para darle derechos de voto a algunos usuarios. El Basic Attention Token, o (BAT) es útil para comprenderlo. BAT se creó para mejorar la efectividad de los anuncios digitales en los exploradores de internet. De esta manera se pueden bloquear los anuncios o en su caso recibir tokens (BATs) a través del explorador (Brave)si es que deseas verlos. Otro ejemplo es Filecoin, quien está construyendo un AWS (Amazon Web Services) descentralizado y paga a los servidores y cobra a los usuarios con FILs (token).
  8. Finanzas descentralizadas y tokens de gobernanza: el concepto de DeFi ha sido uno de los casos de uso más representativos y útiles de los últimos años. A través de esta industria se han generado protocolos y proyectos miltimillonarios que están creando mucho valor. Algunos ejemplos son: Uniswap que es un exchange o mercado descentralizado que provee liquidez para intercambiar criptoactivos. Por otro lado, en esta industria también pueden generarse ingresos pasivos mediante los préstamos en plataformas como AAVE quienes también tienen un criptoactivo que busca capturar parte de ese valor al actuar como activo de gobernanza y participar en las decisiones del proyecto, así como en su tesorería. La industria de DeFi es una realidad y ya alberga decenas de miles de millones de dólares y protocolos muy prominentes que prometen remplazar muchas partes de la infraestructura del mundo financiero tradicional.

Cómo podrán ver el mundo crypto va mucho más allá de concepto de las criptomonedas y del Bitcoin. Estamos ante el nacimiento de una nueva generación de activos digitales y financieros que proveeran de una oportunidad única en nuestra generación para crear y generar valor. Una explosión cambriana de tecnología e innovación con un mecanismo de distribución y captura de valor nunca antes concebido. Espero esta pequeña guía te ilustre el potencial de la industria así cómo las características de cada uno de sus segmentos (y los que vendrán). El futuro le pertenece a quienes se atreven a crearlo.

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