El Mercado de Capitales: El mayor generador de riqueza en la historia de la humanidad

Javier Morodo

Mucho hemos hablado sobre el interés compuesto en este espacio. Ya sabemos que es la manera de generar retornos exponenciales sobre nuestro capital e incluso sobre nuestro tiempo. Pero no hemos hablado sobre la diferencia que este interés compuesto hace en el tiempo y los diferentes instrumentos a través de los cuales los puedes generar. 

Como bien dicen, hasta entre los perros hay diferencias. Lo mismo aplica cuando hablamos de inversiones: no es lo mismo generar un rendimiento anual compuesto de 3% a uno de 10 o de 20. La diferencia en el tiempo no termina siendo unos cuantos puntos porcentuales, sino varias órdenes de magnitud.

Aquí es cuando vale la pena poner las cosas en perspectiva introduciendo un nuevo concepto fundamental en las inversiones: el de asimetría. La asimetría estadística se refiere a la probabilidad de que un escenario positivo y negativo de la misma magnitud sean distintos, o bien que la probabilidad de estos escenarios sea igual pero con magnitudes distintas. 

Poniendo ejemplos prácticos, un escenario simétrico puede ser la probabilidad de que, al lanzar una moneda al aire, caiga cara o sol. Hay un 50% de posibilidad de que ocurra un escenario y 50% de que suceda el otro. Un escenario asimétrico, en cambio, puede ser la probabilidad de que en un año calendario el mercado accionario sea positivo o negativo. La historia nos dice que en el 76% de los años, el índice S&P 500 ha tenido resultados positivos contra un 24% de resultados negativos

No suena nada mal tener una probabilidad de retorno positiva del 76%, ¿no crees? ☺

El término de asimetría estadística es muy relevante para las inversiones, pues nos permite generar retornos en exceso a través del tiempo. 

Siguiendo con el ejemplo del índice S&P 500, este instrumento (el más representativo del mercado de capitales global ya que considera a las empresas más grandes del mundo según su valor de capitalización) ha tenido un retorno promedio del 10% por año en el último siglo.

Aquí es donde entra el largo plazo, que es el factor determinante. Si invirtieras con retornos anuales compuestos del 10%, estarías duplicando tu dinero cada 7 años, considerando únicamente un capital inicial y sin aportaciones en el tiempo. Es decir, si empezaras con $100, tendrías $200 en 7 años, $400 en 14 años, $3,200 en 35 años y así sucesivamente. Que tu dinero se multiplique 32 veces en 35 años no es un mal escenario, ¿cierto? Ahora imagina multiplicarlo por 64 en 42 años… Ahí es donde se ve el beneficio del interés compuesto en el largo plazo.

Consideremos a los mejores inversionistas de la historia y veamos sus casos particulares: 

Ray Dalio: A través de su famoso fondo de cobertura (hedge fund) Bridgewater, Dalio ha generado retornos por 13.5% durante los últimos 30 años. Este hedge fund es de los más reconocidos a nivel global y el más grande por activos bajo gestión con más de $300 mil millones de dólares. 

Warren Buffet: Ha generado retornos durante más de 70 años de casi el 20%. Esto se traduce en multiplicar tu dinero por 2 en solo 4 años. Buffett llegó a ser la persona más rica del mundo, no por ser la persona más inteligente del mundo, dicho en sus mismas palabras, sino por longevo, ya que comenzó a invertir desde que tenía 15 años. Hoy tiene casi 90. 

Peter Lynch, quien es famoso por manejar los fondos de Fidelity, tuvo retornos de casi el 30% por un periodo de 13 años de gestión. 

Pero el mejor inversionista de tiempos recientes sin duda es el académico y matemático Jim Simons. Simons rompió todos los paradigmas con su fondo Renaissance Technologies, el cual ha generado 66% de retornos anuales desde que lanzó el Medallion Fund en 1988. 

Para poner las cosas en perspectiva, como mencionó mi querido amigo Allan Cassis en twitter, si Simons hubiera obtenido el 66% de retorno durante los 70 años que Warren Buffett lleva invirtiendo, valdría hoy en día (aguanten la respiración…):

USD $63,900,781,780,748,160,000

Ni siquiera sé cómo ponerlo con letras. Lo que sí sé es que ese es el poder del interés compuesto en el largo plazo. 

Si aún no estás convencido, mira la lista de las 5 personas más ricas del mundo. Todos ellos todos, sin excepción, han logrado su riqueza gracias a la apreciación de las acciones de las que son dueños o en las que invierten:

  1. Jeff Bezos: $113 mil millones de dólares: Acciones de Amazon 
  2. Bill Gates: $98 mil millones de dólares: Acciones de Microsoft
  3. Bernard Arnault: $76 mil millones de dólares: Acciones de LVMH Moet Hennessy L.V.
  4. Warren Buffett: $72 mil millones de dólares: Acciones de Berkshire Hathaway
  5. Larry Ellison: $59 mil millones de dólares: Acciones de Oracle

Lo mejor de todo es que tú también puedes ser socio de las personas más ricas del mundo y beneficiarte de la apreciación de las acciones que los han llevado a alcanzar este estatus. Hoy en día existen muchas opciones accesibles de inversión para que cualquier persona pueda invertir en el mercado de valores desde montos mínimos.

Aquí hay algunas opciones:

En México:

GBMplus de GBM

Bursanet de Actinver

En Estados Unidos:

Ameritrade

Robinhood

Globales:

Interactive Brokers

Un consejo: siempre realiza una investigación profunda sobre las opciones en las que consideres invertir. Entre lo más relevante que debes buscar es que siempre sean empresas reguladas y que tu dinero esté a salvo. Además, te sugiero que compares costos e instrumentos de inversión disponibles. Sin duda, un tema fundamental es el servicio y la experiencia de usuario, por lo que te recomiendo que busques referencias de otros clientes de estas aplicaciones.

Tú puedes ser inversionista desde mil pesos y socio de Jeff Bezos o Elon Musk. O si quieres algo más conservador, también puedes comprar un ETF con una canasta de las empresas más grandes del mundo a través del índice S&P500. 

Ahora sí que no hay excusas para crear riqueza.

A invertir, pues. 

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