Los diferentes planes, metas y proyectos que tenemos en la vida pueden ser abrumadores y estresantes, lo que puede generar estragos en nuestra salud. Por eso, cuidar de nosotros mismos tiene que ser prioridad. Antes que todo estás tú. Y sin tu cuerpo y mente en buen estado, balancear el resto de la vida puede ser algo complicado.
Esto es algo que puedo confirmar por experiencia propia. Tanto el deporte como la meditación, son partes importantes de mi vida y mi rutina. Con el tiempo he aprendido que para dar lo mejor de ti tienes que estar bien. Cuidar de tu cuerpo y mente te ayudará a convertirte en la mejor versión de ti mismo. Hoy quiero compartir contigo los múltiples beneficios que el ejercicio ha traído a mi vida.
Antes de comenzar, quiero mencionar algo que considero necesario entender sobre el ejercicio: lo importante es hacerlo por tu salud y bienestar. Aunque hacer ejercicio puede beneficiar nuestra apariencia, la intención con la que hagas las cosas es esencial y la salud va antes que todo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), “La actividad física es cualquier movimiento corporal intencional, realizado con los músculos esqueléticos, que resulta en un gasto de energía y en una experiencia personal, y nos permite interactuar con los seres y el ambiente que nos rodea”.
Tomando en cuenta esta definición me gustaría hacer énfasis en “una experiencia personal”. Más allá de considerar este tipo de actividades como algo meramente físico, esta frase sugiere considerarlas como un espacio para estar con nosotros mismos. Porque el ejercicio también es eso, es un espacio para enfocarnos en nosotros y lo que necesitamos. Un espacio para cuidarte, consentirte y hasta para reflexionar.
Algunas de las actividades que se consideran como “actividad física regular” y que son beneficiosas para la salud son: caminar, andar en bicicleta, pedalear y practicar deportes. De acuerdo con la reconocida Mayo Clinic, estos son tan solo algunos de los beneficios que este tipo de actividades pueden traer a tu vida:
Mejora tu estado de ánimo
Después de un día difícil en la oficina o una cena familiar estresante, salir a caminar, hacer yoga o cualquier forma de movimiento puede ayudar a mejorar tus ánimos. Esto se debe a que moverse estimula sustancias químicas en el cerebro que pueden ayudar a relajarte, reducir la ansiedad y sentirte más feliz.
Combate enfermedades
La inactividad física es uno de los principales factores de riesgo de mortalidad por enfermedades no transmisibles. Las personas que son poco activas tienen un riesgo de muerte entre 20% y 30% mayor en comparación con personas que son lo suficientemente activas (OMS, 2023). Ser activo físicamente puede:
- mejorar el estado muscular y cardiorrespiratorio;
- mejorar la salud ósea y funcional;
- reducir el riesgo de hipertensión, cardiopatías coronarias, accidentes cerebrovasculares, diabetes, varios tipos de cáncer (entre ellos el cáncer de mama y el de colon) y depresión;
- ayudar a mantener un peso corporal saludable.
Mejora tu calidad de sueño
Hacer ejercicio o cualquier tipo de actividad física ayuda a que te quedes dormido más rápido, duermas mejor y más profundamente. Lo único que recomiendan los expertos es no hacer ejercicio muy cerca de la hora de acostarse, porque podrías tener demasiada energía como para ir a dormir.
Como mencioné al principio, es importante enfocar el ejercicio en nuestra salud. Para lograrlo, intenta cumplir con algunas, sino es que con todas, estas características:
- Moderación. Haz lo que tu cuerpo te permita. Recuerda que todo en exceso es malo. Escucha a tu cuerpo y para si es que necesitas hacerlo. Personalmente, considero este punto sumamente importante por una experiencia que viví hace poco y me sacó un gran susto.
- Se constante. Haz que la actividad física forme parte de tu estilo de vida.
- Siéntete satisfecho. Es importante que disfrutes de estos momentos. Intenta buscar una actividad que te guste, que te motive y que te haga sentir bien.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad física a la semana. Esto como mínimo y la verdad es que no es mucho, por lo que no hay excusa para no moverse.
A veces puede parecer que entre tantos pendientes, citas y eventos sociales no tenemos tiempo para hacer ejercicio. Sin embargo, hay tiempo para todo, solo hay que querer hacerlo. Recuerda que sin tu cuerpo no podrías hacer mil y una cosas que haces en tu día a día, por eso hay que cuidarlo y darnos el espacio para mantenerlo sano y fuerte.
2 comentarios en «Cómo la actividad física te ayuda a alcanzar tus metas»
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