Cómo lograr tu visión de vida

Javier Morodo

Hay miles de libros acerca de estrategia de negocios que se enfocan en cómo crear una misión y visión que conduzcan al éxito. Todos los años, las empresas buscan espacios, offsites, consejos directivos y otros recursos con la intención de generar estas estrategias. Se hacen planeaciones anuales, trimestrales, mensuales; nos ponemos metas, objetivos, OKRs, KPIs. Hacemos todo esto porque creemos que así lograremos los resultados esperados de negocio. 

Pero, ¿no resulta paradójico que invirtamos tanto tiempo en planear estrategias para lograr potencializar un proyecto de negocio y no hagamos lo mismo con nuestro proyecto de pareja, de familia o de vida? Parece que nuestras prioridades están de cabeza.  

Al final del día, el trabajo representa un porcentaje limitado de lo que consume nuestra vida. Pero estamos con nosotros mismos el 100% del tiempo, habitando nuestro cuerpo y mente. 

Si coincides conmigo y crees que es necesario establecer una visión, misión, y estrategia para tu vida, continúa leyendo. Si no, esto no es para ti. 

Ahora, ¿cómo empezamos? Y quizás principalmente, ¿cómo generamos un sistema en el que podamos estar evaluando de manera periódica todo lo que implica un proyecto de vida?

Empecemos por el principio. Como dirían los libros de negocios, lo más importante es establecer tu misión y visión. En el terreno personal, esto es probablemente lo más difícil que podemos definir. Yo mismo no lo tengo del todo claro, excepto lo importante que es saber hacia qué dirección debo moverme, cuáles son los principales valores que quiero promover y qué significado quiero obtener de la vida.

La primera vez que pensé en esto fue gracias a mí coach profesional Soraia Kutby, quien es una persona muy importante en mi vida ya que me ha enseñado muchas de las bases que me han ayudado a desarrollarme en los últimos 5 años. Sin duda hay un Javier antes, y uno mejorado, después. Les recomiendo ampliamente el coaching.

Aquí la pregunta clave es ¿en quién me quiero convertir? A mí me ha funcionado hacer esta reflexión de manera periódica. Con el paso del tiempo, he aprendido  que es un concepto dinámico e intento tener espacios de reflexión anuales para hacerme cuestionamientos al respecto. 

En mi caso, lo que busco hoy es ser un agente de cambio. Esa es la persona en la que quiero convertirme: quiero contribuir, impactar y generar mayor libertad. He tenido la fortuna de tener oportunidades para aprender y desarrollarme. Desde el lugar en el que estoy hoy gracias a eso, intento ayudar a que cientos de miles de personas puedan ser libres verdaderamente, sin importar su nivel socioeconómico, género o raza.

Para lograrlo, tengo que seguir una estrategia, ya que las ideas sin ejecución son solo sueños. Hay que establecer ciertas bases para hacerlo. Yo uso un concepto del coaching que se llama la “Rueda de la Vida” que tiene sus orígenes en el budismo tibetano y que busca crear un balance entre el éxito y la felicidad. Aquí más información al respecto

Las bases o pilares de la Rueda de la Vida son las siguientes, entre paréntesis como yo los interpreto e implemento:

  • Salud (biohacking, ejercicio)
  • Amor (relaciones de pareja, familiares, amistades, colaboradores, conmigo mismo)
  • Familia y Amigos (visión, relaciones, viajes, proyectos)
  • Dinero (ahorro, inversiones, deudas, proyectos)
  • Crecimiento Personal (introspección, conocimiento, espiritualidad, consciencia)
  • Diversión (ocio, nuevas experiencias, proyectos)
  • Profesión (crecimiento, proyectos, rumbo, dirección, contribución)
  • Impacto (contribución, responsabilidad social, civismo)

Para cada uno de estos pilares voy planteando objetivos, desarrollando estrategias y definiendo planes de trabajo. Algunas de estas bases se interrelacionan con otras, pero para mí lo fundamental ha sido establecer las relaciones por mí mismo para así entender cuáles de las acciones debo optimizar. 

Así es como establezco mis prioridades, lo mismo intento hacer con mi esposa en términos de pareja y de familia. Pronto lo intentaré hacer también con mis amistades más cercanas, pues lo que no se mide no se puede mejorar. Creo firmemente que esto ayuda a mejorar los resultados de cualquier proyecto que quieras desarrollar en la vida, ya sea profesional o personal. 

Independientemente de la naturaleza del proyecto, el ciclo es muy parecido. La metodología que yo uso una vez establecida la visión y misión empieza con un retiro anual de un par de días. Durante este retiro, pongo en perspectiva lo que hice el año anterior de manera muy general. Reflexiono, hago una evaluación sobre los principales pilares de mi vida y finalmente planeo que es lo que busco lograr el año siguiente. Este framework tiene cuatro pasos:

  1. Describir las experiencias que tuviste, los hitos importantes y las situaciones más memorables. Si puedes escribir y ordenar estos momentos por mes para tener una la línea de tiempo más completa, aún mejor.
  2. Con esta información viene lo bueno: reflexionar y examinar todos estos momentos de vida. En este sentido, vale la pena ver estos momentos bajo la óptica de los éxitos, fracasos, relaciones y aprendizajes que se vivieron. Es importante ser muy honesto y crítico.
    • En cuanto a los éxitos, debes preguntarte: ¿Cuáles fueron los principales? ¿Qué fue lo que logré? ¿Qué nuevas capacidades desarrollé? ¿De qué me siento orgulloso?
    • Sobre los momentos difíciles o fracasos, debes hacerte preguntas como ¿cuáles fueron las peores decisiones que tomé? ¿Qué aprendí de ellas? ¿En qué fracasé? ¿Qué me gustaría mejorar?
    • Sobre las relaciones personales, ¿Qué nuevas relaciones formé? ¿Cuáles dejé de lado? ¿Cuáles me gustaría formar? Qué persona tuvo el mayor impacto? ¿Qué relaciones personales y profesionales valoro más en mi vida?
    • Finalmente, sobre lecciones y aprendizajes: ¿Qué aprendí? ¿Cuáles fueron los momentos más intensos y qué me enseñaron? ¿De qué estoy agradecido? ¿Cómo describiría este último año
  3. Es difícil saber a dónde ir si no conocemos en dónde estamos. Por eso, el tercer paso es hacer un diagnóstico personal y asignar una calificación del 1-10 a los pilares de vida que hayas establecido anteriormente (salud, familia, dinero, desarrollo personal, etc.). Con esto tendrás un mapa que te ayude a saber dónde estás parado y qué te gustaría cambiar en el futuro. Esto no pretende ser un examen ni un reflejo de tu vida, sino más bien una fotografía de tu presente que puedas proyectar para saber hacia dónde te quieres mover. También es importante ser crítico, ya que servirá para el siguiente paso. Aquí hay una guía que te puede servir
  4. El último paso es planear para el siguiente año. Visualiza los siguientes doce meses. ¿En quién te quieres convertir? ¿Qué habilidades te gustaría desarrollar? ¿Qué relaciones te gustaría fomentar? ¿Qué recursos necesitas para lograr todo lo que te propongas? ¿Qué te gustaría conocer? ¿Qué hábitos quieres crear? Aquí hay una guía para plantear objetivos personales.

Con todo esto en mente puedes crear un plan de trabajo con hitos particulares que te gustaría ir logrando en el tiempo. Vale la pena intentar hacer check-in contigo mismo por lo menos una vez al mes para saber si vas en el camino adecuado para lograr tus planes. 

Sobre este tema, escuché un framework que me pareció muy valioso en el podcast de Oso Trava con Raul Romero, que le llama “3-1-3-1”. Consiste en “parar” 3 días al año para hacer un ejercicio de reflexión como el que describimos en estos pasos. Después, “paras” un día al mes para hacer check-in sobre tus objetivos planteados, luego 3 horas a la semana para planear los objetivos de los próximos siete días y una hora semanal para hacer check-in sobre estos. Me parece muy valioso desarrollar estos marcos de trabajo que te puedan generar el hábito o proceso de estar midiendo tus avances y planteando objetivos nuevamente. Este marco de referencia está basado en metodologías ágiles (Agile) que son muy comunes en la práctica de las empresas modernas. 

En mi experiencia, es importante guardar o registrar toda esta información para poder ver en retrospectiva qué era lo que pensabas, disfrutabas y sentías a través del tiempo. De cierta manera, tener ese journaling es un registro de cómo has ido evolucionando a través del tiempo. Te va a servir de reflexión, introspección y también para poner las cosas en perspectiva. 

Como lo mencionaba, dentro de este plan puedes contener todos los ángulos de tu vida. Hacerlo te va a ayudar a definir cada uno de los pilares que la construyen. Hay que trasladar los aprendizajes que hemos tenido en los proyectos profesionales hacia el ámbito personal.

Espero este ensayo te haya ayudado a reflexionar sobre la importancia que tiene el crear una visión de vida, pero sobre todo que hayas obtenido herramientas para planear y alcanzarla.

Como dice Tony Robbins:

“El éxito sin la realización es el mayor fracaso”

Al final, si no podemos realizarnos como personas, difícilmente le habremos sacado jugo a la vida. Nosotros mismos debemos de ser nuestra prioridad. A trabajarle. 

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