Cómo establecer y alcanzar tus metas

Javier Morodo

Saber establecer y alcanzar tus metas puede cambiar tu vida de manera significativa, lo que requiere de una planificación cuidadosa y determinación. Otro aspecto muy importante y que a veces no tomamos en cuenta es nuestra biología. Comprender de manera profunda cómo funciona tu cerebro en este proceso es crucial para crear una estrategia de éxito y alcanzar tus metas. 

El episodio de Huberman Lab, Goals Toolkit: How to Set & Achieve Your Goals lo explica perfectamente bien y tiene muchas enseñanzas valiosas. Lo considero tan enriquecedor que decidí capturar las ideas más importantes del podcast en este artículo. Por otro lado, si te interesa escuchar el episodio, te dejo el link aquí también.

¿Cómo funciona nuestro cerebro?

Las principales áreas cerebrales que se encargan de establecer metas y trabajar hacia ellas son: 

  • el ganglio basal, que controla la toma de decisiones y el inicio de acciones; 
  • la corteza pre frontal lateral, responsable de la planificación a corto y largo plazo;
  • la corteza pre frontal orbitaria, que evalúa el estado emocional y de excitación actual;
  • la amígdala, se encarga de nuestro estado de alerta y se ve involucrada en experiencias de aprendizaje.

Define tus metas

El primer paso en el camino hacia el éxito es definir con precisión cuáles son tus metas y objetivos. Este paso es fundamental, ya que proporciona la dirección y el propósito que necesitas para avanzar. 

Aquí, la calidad supera la cantidad, por lo que debes priorizar tus objetivos y trabajar en ellos ordenadamente. Tus metas deben ser un desafío que te motive, pero que también sea alcanzable con esfuerzo y dedicación. 

Sé claro en lo que quieres

Una vez que hayas definido tus metas, es hora de ser específico en cuanto a lo que deseas lograr. Evita las metas vagas o ambiguas, como “quiero estar en forma” o “quiero ser rico”. En su lugar, concéntrate en las acciones concretas que te llevarán a alcanzar tus metas. Esto implica definir claramente el verbo y la cantidad de tiempo que invertirás en estas acciones.

Por ejemplo, si tu objetivo es mejorar tu condición física, establece cuántos días a la semana vas a hacer ejercicio, qué tipo de ejercicios realizarás y cuánto tiempo dedicarás a cada sesión de entrenamiento. Cuanto más claro seas acerca de lo que deseas lograr y cómo lo lograrás, más fácil será seguir el camino hacia tu meta.

La especificidad y la capacidad de medición son elementos clave para establecer y alcanzar tus metas efectivamente. Cuando tienes metas específicas, puedes medir tu progreso de manera más precisa y ajustar tu enfoque según sea necesario.

Para poder medir bien tus objetivos debes enfocarte en 2 cosas: 

  1. ¿Cuánto tiempo te tomará llegar a la meta?
  2. ¿Cuánto tiempo vas a dedicarle cada día, semana o mes?

Mitos sobre la definición de objetivos 

Antes de continuar, es importante abordar algunos mitos comunes relacionados con el establecimiento de metas que a menudo pueden obstaculizar el progreso.

Mito 1: La ilusión de la nota adhesiva

Pegar una nota adhesiva con tu objetivo en el refrigerador o en otro lugar visible no necesariamente te motivará a actuar. Aunque puede servir como recordatorio inicial, con el tiempo, tu mente se adapta a su presencia y puede ignorarla. En lugar de depender de un recordatorio estático, es más efectivo escribir tu objetivo a diario y cambiar la ubicación de la nota de vez en cuando para mantenerlo fresco en tu mente.

Mito 2: La responsabilidad excesiva

Compartir tus objetivos con amigos y familiares puede parecer una forma efectiva de mantenerte responsable. Sin embargo, este enfoque puede tener un efecto contrario. Informar a las personas cercanas sobre tus objetivos a menudo activa sistemas de recompensa en el cerebro, lo que te hace sentir como si ya hubieras logrado algo antes de comenzar. 

Esto puede disminuir tu motivación y compromiso real con tus metas. Por lo tanto, evita compartir tus metas antes de tomar acción. En su lugar, utiliza tu progreso como una herramienta para inspirar a otros una vez que estés en camino hacia el logro de tus objetivos.

Inicia con determinación para alcanzar tus metas

La motivación es un factor clave para alcanzar tus metas. Sin embargo, es importante comprender que la motivación puede fluctuar de un día a otro. Por lo tanto, es fundamental cuestionarte si realmente deseas perseguir tu objetivo y si estás motivado para hacerlo en un momento dado.

Pregúntate diariamente, ¿en realidad quieres alcanzar esa meta?, ¿estás dispuesto a hacer todo lo que se requiera para alcanzarla?

Si la respuesta es sí, dedica unos minutos a visualizar tu éxito. Imagina cómo te sentirás cuando alcances tu objetivo y visualiza los beneficios y las recompensas que obtendrás. Esta técnica puede aumentar tu motivación y mantenerla alta a lo largo de tu viaje.

Por otro lado, si tu motivación es baja en un día particular, es importante abordarla de manera efectiva. Visualiza los obstáculos que podrían surgir en tu camino y cómo los superarás. Imagina las recompensas a largo plazo de alcanzar tus metas y cómo te sentirás si no tomas medidas. Esta reflexión puede cambiar tu perspectiva y tu nivel de motivación, ayudándote a superar los momentos de menor entusiasmo.

Cómo mantener la motivación

La motivación es una fuerza impulsora crucial en el proceso de alcanzar tus metas. Mantener un alto nivel de motivación puede marcar la diferencia entre el éxito y el estancamiento. Aquí hay algunas estrategias efectivas para mantener tu motivación:

  • Evita las distracciones electrónicas durante tus sesiones de trabajo o mientras persigues tus metas. Establece períodos de tiempo específicos para desconectarte de dispositivos electrónicos y redes sociales.
  • Controla la liberación de dopamina evitando recompensarte en exceso cada vez que alcances un hito. En lugar de recompensarte constantemente, considera la posibilidad de incorporar recompensas aleatorias. Por ejemplo, puedes lanzar una moneda para decidir si te premias o no después de alcanzar un objetivo. Esto evita que tu cerebro se acostumbre a las recompensas predecibles y mantiene la motivación.
  • Crea un ciclo cognitivo positivo al dedicar 30-60 segundos a reflexionar sobre tu avance hacia tu objetivo. Celebra tus logros, por pequeños que sean, y reconoce tus esfuerzos. Mantén una mentalidad positiva y reconoce tu capacidad para superar desafíos.

Mide y evalúa tu progreso

El seguimiento de tu progreso es esencial para alcanzar tus metas. Sin embargo, no todos los objetivos se pueden medir de la misma manera que se miden los kilómetros en una carrera. Algunos objetivos pueden ser intangibles o subjetivos, lo que requiere un enfoque diferente para medir el progreso.

Para comenzar, establece un plazo global para tu objetivo. Este plazo puede ser a corto o largo plazo, según la naturaleza de tu meta. Luego, desglosa este plazo en objetivos más pequeños y manejables. Por ejemplo, si tu objetivo es perder peso, puedes establecer objetivos semanales o mensuales de pérdida de peso. Luego, evalúa tu progreso de manera constante, comparando tus logros con tus objetivos establecidos.

Recuerda que escribir tus objetivos y tu progreso refuerza tu compromiso y te ayuda a mantenerte enfocado en tu camino hacia el éxito. Llevar un registro de tus acciones y resultados te proporciona una visión clara de tu avance y te permite ajustar tu estrategia según sea necesario.

Tu estado mental es muy importante

Tu estado mental y emocional juega un papel crucial en tu capacidad para mantener la energía y la motivación a lo largo del día. Comprender cómo influyen tus pensamientos y emociones en tu nivel de energía puede ayudarte a mantener un enfoque positivo y productivo.

Uno de los factores clave que influyen en tu estado mental es la percepción de tus experiencias pasadas y tus expectativas para el día presente. Si te concentras en los aspectos positivos de tus experiencias pasadas y mantienes una visión optimista de lo que te espera en el día actual, es más probable que mantengas altos niveles de energía y motivación.

Por otro lado, si te enfocas en lo negativo o te preocupas en exceso por los obstáculos que puedas encontrar, es probable que experimentes una disminución en tu energía y motivación. Por lo tanto, es esencial practicar la atención plena y la autocompasión para mantener una mentalidad positiva y productiva. Si sigues estos consejos alcanzar tus metas sera una proceso más fluido.

Mejora tu concentración

La concentración es esencial para mantener el enfoque en tus metas y tareas. Tu capacidad para mantener la concentración está relacionada con tu sistema visual. Puedes ampliar o estrechar tu atención visual para aumentar tu nivel de alerta y motivación.

Una técnica efectiva es escribir tu objetivo en un papel y colocarlo a cierta distancia de tu posición actual. Concéntrate en él durante un período de tiempo específico, como 30-90 segundos. Esto aumentará tu enfoque y motivación. Si tus ojos se cansan, cambia tu punto de vista o toma un breve descanso al aire libre para refrescar tu mente.

Conclusión

Establecer y alcanzar tus metas personales es un proceso desafiante pero gratificante. Requiere planificación, determinación y una comprensión profunda de cómo funciona tu cerebro en este proceso. Al seguir estos pasos y estrategias, estarás mejor preparado para alcanzar tus metas personales y lograr el éxito en cualquier área de tu vida. No subestimes el poder de tus metas y la influencia que pueden tener en tu vida.

También te puede interesar: Cómo crear metas financieras