Cómo empezar un fondo de inversión en EE.UU.

Javier Morodo

Supongamos que tienes un track record exitoso como inversionista, ya sea a nivel individual o profesional porque tienes muchos años trabajando y perfeccionando tu rol en el sector. 

Sabes en qué fijarte al invertir, entiendes la necesidad de capital que existe en ciertas industrias, y tal vez lo más importante, tienes buena comprensión generalizada de las oportunidades en el mercado, poniendo atención a lo que ocurre en él tanto del lado del consumidor como el de las empresas y quienes invierten en ellas. 

Entonces te viene a la cabeza la posibilidad de crear tu propio fondo de inversión. Tal vez suena disparatado o demasiado ambicioso, pero con esta idea han arrancado los fondos que han impulsado el crecimiento de empresas que en su origen parecían imposibles o que no tenían los recursos financieros para convertirse en realidad. 

Y, por supuesto, de este modo también han surgido algunos de los fondos de capital más exitosos en términos de ganancias e impacto. 

Así que, si tienes interés, ¿cómo empezar un fondo de inversión? Esta no es una guía práctica para hacerlo paso a paso, pero sí para ayudar a comprender los elementos que se requieren. 

Antes de iniciar, dos aclaraciones importantes:

  1. Este artículo considera los elementos necesarios para empezar un fondo de inversión constituido en EE.UU. Detrás de esta decisión está la lógica de que la mayoría de los fondos que invierten en distintos mercados y que se consideran serios e institucionales suelen constituirse en aquel país. Dos razones pueden explicarlo:
    • Facilidad regulatoria: constituir un fondo de inversión en EE.UU. es mucho más amigable en cuanto a la gestión de impuestos o facilidades regulatorias. Estados como Delaware incluso son conocidos porque sus leyes empresariales son muy amigables; independientemente de que la firma esté físicamente en cierto lugar, si está constituida en Delaware se apega a sus favorables leyes estatales.
    • Confianza de los inversionistas: La edad que tiene el ecosistema de inversión en este país, así como la continua supervisión de la Security and Exchanges Commission (o la SEC, la máxima entidad regulatoria para este sector), evidencian la robustez del mercado nacional de capitales. Por eso, ofrecen mucha certeza a los inversionistas en cuanto a que sus inversiones estarán protegidas. 
  1. Hay varios tipos de fondos, pero este artículo sólo considera tres: fondos mutuos, hedge funds y fondos de venture capital, o VC.

 

Los fondos mutuos se caracterizan por reunir dinero de varios inversionistas que entran con montos mínimos. Estos montos varían dependiendo del fondo, pero suelen comenzar entre los $100 y los $10,000 dólares. Los fondos mutuos están regulados por la SEC y sus managers usualmente compran y guardan activos basados en una estrategia específica de inversión. El fondo gana una tarifa fija dependiendo de los activos que gestione. Es una manera fácil en la que inversionistas individuales pueden obtener acceso a activos como acciones y bonos. 

Los hedge funds, por su lado, son similares a los fondos mutuos en que reúnen y administran dinero de varios inversionistas. Sin embargo, su principal diferencia es que su registro legal ante la SEC es distinto, y les permite utilizar estrategias de inversión más variados ya que manejan capital de inversionistas acreditados; es decir, de individuos mucho más acaudalados que tienen un valor neto líquido superior a los $200,000 dólares en ingresos anuales. Esta diferencia le permite al hedge fund mayor diversificación al invertir: desde bienes raíces privados hasta criptomonedas, lo cual los vuelve más riesgosos (y potencialmente más lucrativos). Y a diferencia de los fondos mutuos, los hedge funds también tienden a ser más atractivos en ganancias, ya que cobran una tasa de 2% sobre los activos totales que gestionen y una tasa del 20% de todas las ganancias que obtengan durante el año.

Los fondos de VC también reúnen dinero de inversionistas varios, específicamente de individuos y de inversionistas institucionales. Son un tipo de inversión mucho más aventurada (por eso su nombre) porque ganan dinero cuando una compañía de su portafolio logra un exit, ya sea siendo adquirida por otra empresa (como fue, por ejemplo, el caso de Cornershop y Uber) o cuando sale a cotizar a bolsa con una oferta pública inicial (IPO por sus siglas en inglés, cuyo ejemplo más reciente en Latam fue Nubank). Este proceso suele ser a largo plazo; es muy raro que una empresa salga a bolsa o sea adquirida en sus primeros años. Las ganancias suelen dividirse entre el socio general (GP) y los socios limitados (LPs). 

Ahora bien, para constituir alguno de estos fondos, el proceso es similar pero hay que tomar en cuenta las consideraciones particulares que requiere cada uno. El blueprint general es el siguiente, pero no es rígido en el orden a seguir:

  • Definir la estrategia.  Se requiere mucha claridad en la estrategia de inversión ya que debe ser replicable y escalable. Una estrategia que no lo es se ve más vulnerada ante el entorno económico, sobre el cual se tiene mucho menos control. Y la estrategia dependerá mucho del tipo de inversionistas con que un fondo trabaja. Por ejemplo, los inversionistas de hedge funds buscan ganancias consistentes, así que mezclan entre comprar empresas en situaciones difíciles (distressed companies), enfoques cuantitativos impulsados por algoritmos para optimizar decisiones, o tomar posiciones largas o cortas con acciones sobre o infravaloradas. Por su lado, los inversionistas de fondos mutuos y de VC deben definir una estrategia que vaya mucho más afín con el nivel de riesgo que están dispuestos a manejar, e incluso con la tesis de inversión que los impulsa.

 

  • Buscar inversionistas. Como ya se explicó antes, los hedge funds restringen mucho al tipo de inversionistas que buscan ya que deben ser acreditados por su nivel de ingresos anuales, así que esa limitante les indica dónde buscar. La SEC cree que su nivel de ingresos les permite aguantar mejor la volatilidad de inversiones más riesgosas. El mínimo de inversión es de $1 millón de dólares y los inversionistas deben tener la suficiente liquidez fuera del hedge fund. En el caso de los fondos mutuos, el pool de inversionistas es mucho más amplio porque el monto mínimo es menor, haciéndolos mucho más inclusivos en cuanto al inversionistas común cuyo capital pueda llegar a conformar este tipo de fondos.Lo más diferente resulta para los VCs, pues además de buscar a inversionistas individuales deben acercarse a los inversionistas institucionales. Se hace, irónicamente, de manera muy similar a cuando un emprendedor busca levantar capital: con un pitch deck donde quede clara la estrategia y la tesis de inversión que hará que los inversionistas tengan confianza en que su dinero será bien administrado.

 

  • Incorporarse. En el caso de los hedge funds, se deben crear dos entidades de negocio. Primero, el propio fondo como una sociedad limitada (LP, por sus siglas en inglés) o una sociedad de responsabilidad limitada (o LLC). En relación a los fondos mutuos de VC, hay que buscar inversionistas ancla que harán una aportación significativa al fondo, y también consultores que permitirán identificar más inversionistas –algo clave ya que atraer a un inversionista con frecuencia depende de quienes ya trabajan contigo.

 

  • Considerar los temas legales. De manera muy importante, la constitución de un fondo exige tomar las consideraciones necesarias respecto a cómo va a ser el rol de los managers y cuáles van a ser las expectativas y roles de los propios inversionistas. Además de contratar a un abogado especializado para lidiar con todo el papeleo (que incluye el acercarse a las oficinas fiscales del estado donde se decida incorporar), estos y otros temas se necesitan discutir para dejarse establecidos en un contrato: el cálculo y distribución de las ganancias y pérdidas; las implicaciones fiscales; qué ocurre en caso de que el fondo se disuelva; y cuál es la estructura de compensación y tasas. 

 

Afortunadamente, la información y el acompañamiento para crear alguno de estos fondos también se está democratizando. Recursos como AngelList o Carta tienen playbooks paso a paso muy completos y asesoría especializada para dar el primer paso. 

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